Para
el investigador Pedro Ahumada Acevedo, a lo largo de los siglos las concepciones sobre la evaluación ha variado en el marco
educativo porque muchas veces es poco entendible incluso para los
especialistas. En el presente ensayo la
evaluación se concibe o está más enfocada a los procesos que a los resultados.
En la trilogía (saberes, procesos y resultados) que son necesarias y que convergen cuando un profesor asume el
compromiso de enseñar debe tener presente; que el dominio de su especialidad,
es decir, sus conocimientos teóricos, va mucho
más allá que impartirlos, incluye todas las formas de transmitirlo y
medir los resultados sobre cómo el estudiante se apropia de esos conocimientos
e interrrelacionarlos a la práctica.
De allí que, el docente evaluador debe convertirse en un
ente mediador y transmisor de los conocimientos actuales tomando en
consideración así mismo, los
conocimientos previos de los estudiantes para que se conviertan en responsables
de su propio aprendizaje. La relación
existente en el qué, cómo, y cuanto se
enseña, se debe evidenciar en la
aplicabilidad de los procesos, propósitos
medios, evaluación y resultados. La realidad en el campo de
la evaluación educacional representa un crisol de las problemáticas educativas,
donde se ubican múltiples nudos críticos, una muy importante y siendo la que le
da sustento al presente ensayo, es el analizar las características evaluativas
y como han evolucionado de acuerdo al contexto donde se requiere, identificar
los planes y programas de estudio más representativos y sus particularidades,
lo que indicará las cuestiones necesarias en este ámbito.
Aunado
a esto, Daniel Stufflebeanhace su propuesta bajo una concepción novedosa, en
cuanto a los principios de la evaluación en la toma de decisiones, por supuesto
que hoy día encontramos una evaluación con tendencia ecléctica basada en
principios, procesos e información confiable.Asimismo, el ciclo evolutivo de la evaluación se torna
complejo cuando lo que pretende lograr en los estudiantes es una gran variedad
de factores que rebasan una enseñanza-aprendizaje centrada en contenidos, de
juicios, de medición y logros, los cuales se generan procesos cognitivos y
técnicos para desempeñar con calidad los diversos procesos. El propósito de la educación y el proceso de
evaluación debe atender los contenidos, métodos, formas de evaluación, forma
de relacionarse, la calidad académica, la formación humana, y el
compromiso social.
De
esta manera, la educación aunada al proceso evaluativo debe preparar al
egresado, desarrollar sus capacidades y potencialidades, promover la
comprensión de conocimientos, el desarrollo de habilidades y el reforzamiento
de actitudes, además, la capacidad de pensar y resolver problemas y capacidad
de valorar y decidir, donde pueda elegir los valores individuales y sociales
con los que quiere vivir, resolver los retos que la vida le depare y
aprender los conceptos y conocimientos que sean necesarios, con lo
que estará mejor preparado para criticar a su sociedad y para generar
alternativas para cambiarla.
Finalmente, al hacer
una comparación y sinopsis de lo que se quiere y lo realmente hay, aparecen
disonancias que impiden la aplicabilidad de un enfoque innovador que sugiere la
búsqueda de un autentico aprendizaje, técnicas e instrumentos evaluativos.
Asimismo, es menester decir que en los procesos que sugiere Daniel se debe
tomar en consideración los aspectos de la personalidad de los estudiantes que
permitan diagnosticar la forma de pensar, sentir, actuar y asimilar los
contenidos aprendidos bajo ese enfoque. Basta ya de evaluaciones estandarizadas
y sí,a una educación diversificada que se preocupe por respetar las diferencias
individuales y los cambios que puedan generar en la actitud y comportamiento en
los estudiantes.Integrante: Jesús Domingo Moreno Vera
No hay comentarios:
Publicar un comentario